jueves, 11 de febrero de 2021

TANGO

 



Sus ojos se cerraron
y el mundo singue andando,
su boca que era mía
ya no me besa más,
se apagaron los ecos
de su reír sonoro
y es cruel este silencio
que me hace tanto mal...


"Cada día que pasa Gardel canta mejor. En su voz la letra de este tango ya de por sí turbadora, cobra aún mayor emoción. Pero es el segundo verso el que, además de emocionar, nos trastorna y nos llena de inquietud. Porque vamos a dejarnos de milongas, la muerte nos perturba por el temor al dolor y a lo desconocido, pero lo que de verdad nos jode de ella es que el mundo siga andando cuando nosotros ya no estemos en él, que la vida continúe como si no hubiera pasado nada cuando nosotros reposemos en nuestra tumba o seamos reducidos a ceniza. Pongamos la mano en el corazón y, aunque sea sólo por una vez, digamos la verdad: somos tan egoístas como crueles, de manera que si supiéramos que, al morir, el mundo entero moría con nosotros no nos produciría la muerte ni tanto temor ni, sobre todo, la amargura que ahora nos produce."

Tal parrafada me soltó ayer tarde mi amigo Ernesto Caraba, aquí mismo, en mi casa, después de escuchar largamente a Gardel y de arrearnos un par de black russian que mi mujer prepara como nadie.


No hay comentarios:

Publicar un comentario