domingo, 10 de septiembre de 2023

NATURAL

La muerte es más natural y lógica que el nacimiento. Digan lo que digan los señores obispos y, en general, los catequistas, que siguen existiendo, nacer es totalmente azaroso. Imaginémoslo: millones de espermatozoides pugnando en una feroz carrera por alcanzar y fecundar un óvulo. Luego, después de nueve meses de incertidumbre en el vientre materno, el individuo que se formó de ese óvulo fecundado debe atravesar un lóbrego túnel al final del cual aparece una luz cegadora. Cómo será de difícil este paso y de qué modo nos deslumbrará esa luz que, aunque inconscientemente, lo conservamos en nuestra memoria, de modo que reaparece en el último momento de nuestra vida, cuando ya estamos prácticamente muertos. Hay muchas personas que no admiten la existencia de un final, con la desaparición completa del individuo; les repugna de tal modo este hecho que llegan a creer firmemente que ese final no es más que un paso hacia otra vida inextinguible. Les ocurre eso porque nunca se han parado a pensar lo que sería una vida sin muerte, una vida que no concluyera nunca, pero nunca, nunca. Detengámonos un momento y pensémoslo, veremos cómo esta idea es mucho más terrible y agotadora que la anterior.
Estas reflexiones se me ocurrieron hace unos días visitando el cementerio de la Salud, donde están enterrados los restos de mi hermana. Soy quince años mayor que mi mujer, de manera que, por ley de vida, lo más probable es que yo muera antes que ella. Se lo dije al salir del cementerio: "no me llores  cuando muera, que no hay nada más natural que la muerte. Llórame en vida. O, mejor, ríe y hazme reír ahora que me tienes a tu lado, carcajéate conmigo o carcajéate de mí, que ya voy estando hecho un carcamal, pero hazlo ahora, cuando yo todavía puedo verte y oírte.
"Cuando yo muera", añadí, no se te ocurra enterrarme aquí ni en ningún cementerio, rodeado de muertos. Manda que me incineren, esparce mis cenizas bien lejos y entierra con ellas la urna, donde ni tú puedas encontrarla después. Luego, sigue viviendo, llévame en la memoria, si lo deseas, pero en un rinconcito tan lejano que no te impida volver a vivir."


Imágenes: Internet

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