miércoles, 6 de abril de 2022

EGOTISMO

El egotimos es la caracteristica o propiedad que tiene una persona, hombre o mujer, que en el noventa y cinco o más por ciento de las ocasiones sólo habla de sí mismo y/o de sus cosas.
El egotismo está cerca del egoísmo, aunque, dado que al egotista no le interesan los bienes ajenos, ni tangibles ni intangibles, puede en muchas ocasiones mostrarse o aparecer como generoso. Lo que sí es cierto es que el egotismo es bastante más sutil que el egoísmo y, aunque parezca contradictorio, también más ostensible. El egoísta puede serlo perfectamente en la sombra, calladamente y, por tanto, pasar desapercibido, al menos por un tiempo; al egotista, en cambio, se le descubre enseguida, por lo que no pasa desapercibido jamás.
Salvo los niños, que son inocentemente egoístas, el egoísmo se practica siempre con plena consciencia de lo que se hace. El egotista, por el contrario se despreocupa de los demás generalmente de forma inconsciente. Esta circunstancia, que puede advertir fácilmente todo el que tenga contacto con un egotista, dificulta, cuando no impide por completo, el reconocimiento por parte del egotista de lo que no deja de ser un defecto. Y bastante grave.
Usted, señora, pongamos por caso, va a la peluquería y, siguiendo la recomendación de su peluquera, cambia su corte de pelo, su color y su peinado, de modo que transforma radicalmente su aspecto. Ahora está usted más guapa, qué duda cabe, pero, sobre todo, mucho más llamativa. De hecho, en el camino de la peluquería a su casa se ha cruzado con varios vecinos y conocidos y todos, tanto hombres como mujeres, la han felicitado, y todos  parecían sinceros.

Sin embargo, cuando llega usted a su casa, su marido no sólo no le hace ni un comentario, sino que, aficionado como es al aeromodelismo, se pone a enseñarle el último modelo de avión que está construyendo, explicándole uno a uno todos los pasos de la construcción y cómo espera que vuele.Y, todavía, en el colmo de los colmos, si usted muestra algún síntoma de hastío, cansada como está de tantas peroratas más o menos como aquella, el elemento va y dice: "Te aburres, ¿verdad? Es que nunca me prestas atención porque no te interesa lo que yo hago, si me la prestaras seguro que no te aburrirías."
O, al revés: usted, caballero acude al psiquiatra porque hace tiempo que padece insomnio y no duerme más allá de dos o tres horas diarias y cuando vuelve, su señora aficionada a los gatos, de los que tiene dos en la casa, no le pregunta absolutamente nada acerca de cómo le ha ido, porque fue usted sólo, sino que le cuenta con todo lujo de detalles que uno de los gatos, el negro con una mancha blanca en la frente, al que llama con el originalísimo nombre de Miau, le cuenta que lo ve triste desde aquella mañana y que tendrá que llevarlo al veterinario, no fuera a ser que el animalito estuviera entrando en una depresión y bla, bla, bla... Imparable. Y pasa un día y pasan dos y usted empieza el tratamiento que le recetó el psiquiatra y aquello parece que funciona y ya, de repente, en lugar de estar despierto y deambulando por la casa dos o tres o cuatro horas antes que ella, duerme usted como un tronco cuando su señora se despierta y ella ni se extraña ni nada, ni siquiera se para a pensar que a lo mejor está usted muerto y se ha librado de su verborrea, sino que se pone a juguetear con Miau, que se ha pasado la noche en la cama. Y cuando al fin usted se despierta, lo que te dice es: "Mira, dormilón, lo contento que está ahora Miau, se ve que lo que le mandó el veterinario le está haciendo efecto. ¡Qué alegría!, ¿no?" Y bla, bla, bla de nuevo, hasta que te sales de la cama con la cabeza como un bombo y acordándote ligeramente de más de uno de sus antepasados.
¡Egotismo! El egotista es aquel individuo que te encuentras por la calle después de un buen puñado de años y nada más verte, te coge del brazo y se lanza: "Hombre, Blas, a ti tenía yo ganas de verte. ¿Sabes?, el día tal y tal, a tal hora y en tal sitio inauguro una exposición de mis pinturas de los últimos cinco años (hace más de diez que no lo ves) Son cuadros completamente nuevos y con un estilo nuevo también, porque ya estaba cansado de pintar siempre... y bla, bla, bla, bla, bla, bla... Como si hubieras tomado café con él cualquier día de la última semana. Y tú tratando de meter baza para interrumpirlo y salir pitando. Inútil empeño, porque el fulano ni te mira, habla y habla de sí mismo y de lo que hace como un robot al que hubieran programado para no parar hasta que se le agotara la bateria. Y cuando tú, mandando la educación al carajo, estás a punto de estallar, va el nota, que ni siquiera se da cuenta de tu estado, y remata: "Bueno, que te espero en la sala , ya sabes, el próximo viernes a las 8,30 de la tarde, de la tarde, no se te vaya a ocurrir presentarte por la mañana, que ya sabemos que tú con tu insomnio duermes menos de lo que para el tren en Villarrubia, el viernes, que no se te olvide." Y el tipo sale pitando sin decirte ni adiós, mientras a ti se te queda una cara de imbécil que ni a pasar delante de un escaparate te atreves, no vaya a ser que se te ocurra mirarte en la luna.
De corazón te lo digo, si eres uno de los amables lectores que se acercan a este blog y lees esta entrada: que el destino te libre de un o una egotista, porque como lo o la tengas cerca, no digamos ya en la misma casa, terminarán agriándosete hasta los isquiotibiales.

2 comentarios:

  1. Me encanta la descripción que haces de esa tipología de individuos/as. Oye, que abundan mucho y crecen exponencialmente. Podrían llamarse también ombliguianos... Un abrazo

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    1. Muchas gracias Melostregues. POr aquí nos acordamos mucho de vosotros y tu blog es lectura mía de diario.

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